Tener sobrepeso aumenta el riesgo de que tenga colesterol alto en la sangre y presión arterial alta. Estos son 2 de los principales factores de riesgo para la enfermedad coronaria, según el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, NIDDK). Incluso si no tiene colesterol alto en la sangre ni presión arterial alta, el sobrepeso aún puede aumentar el riesgo de tener enfermedad cardíaca. La parte del cuerpo donde tiene el exceso de peso también puede afectar el riesgo. El exceso de peso en la cintura y en la parte superior del cuerpo puede aumentar el riesgo de tener enfermedad cardíaca. El sobrepeso también aumenta el riesgo de padecer diabetes, trastornos de la vesícula biliar, ataque cerebral, artritis y algunos tipos de cáncer.

Si tiene sobrepeso, bajar incluso una cantidad pequeña de peso puede disminuir la presión arterial, según la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association, AHA). Bajar algo de peso también puede disminuir el colesterol “malo” (LDL) y los triglicéridos y aumentar el colesterol “bueno” (HDL).

El aumento de peso promedio después de dejar de fumar es de 6 libras (unos 2.7 kg). Son muy pocos los exfumadores que aumentan más de 20 libras (9 kg) de peso. Si aumenta de peso cuando deja de fumar, cambie lo que come y haga más ejercicio. De ese modo, podrá bajar peso de manera saludable en vez de volver a fumar, según indica la AHA. Los fumadores que dejan el hábito tienen la mitad de probabilidades de tener una enfermedad cardíaca que las personas no dejan de fumar.

Si tiene sobrepeso, bajar de peso puede disminuir la presión arterial incluso si no reduce la cantidad de sodio que consume, según la AHA. Debería intentar bajar de peso si tiene sobrepeso y presión arterial alta. Aun si bajar de peso no disminuye la presión arterial a un nivel normal, puede ayudarlo a reducir los medicamentos para la presión. Bajar de peso también puede ayudarlo a disminuir el riesgo de tener otros problemas de salud, o controlarlos si ya los tiene.

Seguir una dieta con mucho sodio produce presión arterial alta en algunas personas. Pero no hay una forma rápida de saber a quién le ayudará reducir el consumo de sodio, según indica el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (National Heart, Lung, and Blood Institute). Pero una dieta con mucho sodio puede afectar la eficacia de algunos medicamentos para la presión arterial alta. Seguir una dieta con menos sodio puede ayudarlo a reducir el riesgo de tener presión arterial alta. La mayoría de los estadounidenses consume más sodio del que necesita. En vez de usar sal, mejore el sabor de las comidas de forma natural, por ejemplo, con menta, romero, cebolletas o comino.

Según el NIDDK, consumir menos calorías y hacer más ejercicio son las mejores maneras de bajar de peso y mantenerlo. Controlar el peso depende de equilibrar las calorías que consume con las calorías que quema por día con el ejercicio. Reducir las calorías, en especial las que provienen de las grasas y los carbohidratos, es fundamental para bajar de peso. Y debe combinarlo con un programa regular de ejercicio, como caminar, andar en bicicleta, trotar o nadar. De ese modo podrá bajar de peso y mantenerlo. Procure lograr una pérdida de peso constante de entre 1 y 2 libras (450 a 900 g) por semana. Así aumentará las probabilidades de mantener el peso a largo plazo. Si tiene sobrepeso, bajar de peso también podría ayudarlo a disminuir la presión arterial alta y aumentar el colesterol HDL. Trate de que no pasen más de 30 minutos sin hacer algún movimiento o ejercicio suave.

Para reducir las calorías, algunas personas se saltan las comidas y no comen nada ni toman bebidas calóricas entre comidas. Por lo general, esto hace que el cuerpo “acumule” calorías o que luego se coma más. Es probable que consuma más calorías que si hubiera comido más veces en cantidades más pequeñas durante el día. La AHA recomienda comer porciones pequeñas a lo largo del día. Eso ayuda a evitar que sienta hambre. Si llega al punto de tener mucho hambre, es probable que consuma muchas calorías.

Un niño obeso tiene más probabilidades de ser obeso de adulto. Pero, según el NIDDK, la mayoría de los niños con sobrepeso no llegan a ser obesos. Los siguientes factores afectan al hecho de que un niño con sobrepeso llegue a tener sobrepeso de adulto:

• A qué edad el niño llegó a tener sobrepeso.
• Cuánto sobrepeso tiene el niño.
• Antecedentes familiares de obesidad.
• El tipo de dieta que sigue el niño y la cantidad de ejercicio que hace.

Un peso saludable es un buen objetivo, pero tenga presente que los niños tienen necesidades diferentes de calorías y otros nutrientes que en el caso de los adultos. Cualquier programa de pérdida de peso para los niños debe tomar eso en consideración. Es importante desarrollar buenos hábitos de alimentación durante la niñez. Se mantendrán cuando el niño llegue a adulto.